Lo primero que me atrajo de este álbum fue su genial nombre. Algo así de absurdo prometía tener al menos algo de interesante, y para mi gran sorpresa, resultó en un excelente álbum, y de Post-Rock extrañamente. Digo esto último porque la escena argentina no es la más prolífica en cuanto a este género se refiere. No por calidad de músicos, ya que esta como otras bandas demuestran lo contrario, sino por difusión y desarrollo.
Como sea, lo que aquí tenemos, como ya dije, es un excelente álbum de Post-Rock, donde capaz no abunden las novedades (cosa a las que no tiene acostumbrada este estilo musical) pero sí la calidad y el talento (otra de las cosas a las que nos acostumbró).
Con la formación clásica de dos guitarras, bajo, y batería, Mueble despliega su música concisa y agresiva, destacándose un muy buen trabajo grupal, plasmado en la armonía que se encuentra entre los cuatro instrumentos, dando lugar y tiempo a que todos sean protagonistas en su debido momento o a colaborar y servir a la expresión de los demás.
Mucho para disfrutar en este corto y único trabajo de la banda.
Como sea, lo que aquí tenemos, como ya dije, es un excelente álbum de Post-Rock, donde capaz no abunden las novedades (cosa a las que no tiene acostumbrada este estilo musical) pero sí la calidad y el talento (otra de las cosas a las que nos acostumbró).
Con la formación clásica de dos guitarras, bajo, y batería, Mueble despliega su música concisa y agresiva, destacándose un muy buen trabajo grupal, plasmado en la armonía que se encuentra entre los cuatro instrumentos, dando lugar y tiempo a que todos sean protagonistas en su debido momento o a colaborar y servir a la expresión de los demás.
Mucho para disfrutar en este corto y único trabajo de la banda.